Nos conocimos hace años, en un pequeño restaurante de la Costa Brava, por fiesta mayor.
Nuestra primera impresión fue desastrosa, ella pensó que mis labios pintados de esa noche
delataban a una chica de Barcelona ciudad sin nada en la cabeza.
Y yo que era una antipática que me miraba por encima del hombro. Nuestras antiguas parejas eran uña y carne, así que ese verano no nos quedó más remedio que coincidir a menudo. Una mañana me la encontré en la playa, se iba corriendo, y lo único que me dijo es: "Jo no sóc així". El otoño que se aproximaba nos hizo coger confianza, y vimos que disfrutábamos con las mismas cosas. Los croissants con jamón dulce, correr por los campos de arroz del Empordà y hacer fotos como locas nos hizo inseparables. Fue ella la que me enseñó a tejer, y alquilamos durante unos pocos meses un antiguo taller que hizo las delicias de nuestras largas tardes de invierno. Ya hace años de esa primera noche, y hemos compartido cosas que nunca hubiéramos imaginado. Hemos reído hasta dolernos la barriga, descubierto piscinas y clubs de deporte abandonados en medio de un bosque, hemos compartido una casa y comido helados en silencio en la plaza del pueblo, porque lo que teníamos que decirnos cambiaba demasiado el rumbo de nuestras vidas. Hace unos días, revelé un antiguo carrete, y aparecieron éstas fotos. Me las hizo ella, Maria, un día de verano. Y he pensado que nuestra amistad es como un sobre de fotografías analógicas, dónde escojas la que escojas, siempre sonreirás al recordar lo vivido. Ahora vivo lejos de ella, pero en unos días viene a verme.
Viene a reír, a recordar y a hacer más fotografías para añadir a nuestro sobre analógico, para que al escoger una la extrañe, y sonría.
Delicioso!!!!!
ResponderEliminarpreciós... :) feliç retrovada :) (snif)
ResponderEliminarNuni! a veure quan veniu les dues juntes :) Disfruta!
EliminarQue historia tan bonita, al leerla no he podido evitar recordar a mi amiga del alma, esa que aunque pase mucho tiempo sin vernos es como si ayer nos hubiesemos tomado un cafe juntas.
ResponderEliminarLas dos hemos compartidos muchas cosas y seguimos haciendolo, el tiempo no puede borrar lo autentico.
Preciosas las fotografias, un placer pasar por tu blog.
Te invito al mio.
www.madelfotografia.blogspot.com
un abrazo,
Gema.
Gracias Gema! Me pasaré por el tuyo! Un abrazo ;)
EliminarQué chulo, Mö!
ResponderEliminarLas fotos son preciosas! Pasadlo genial, este tipo de reencuentros enriquecen el alma.
Un besote
Raquel
que bonito :)
ResponderEliminarAnalógicas o digitales, las amistades verdaderas aparecen cuando menos te lo esperas y aguantan distancia y tiempo. Como las fotos, ¡sí!
ResponderEliminarUnas fotos preciosas.
ResponderEliminardicen que en la vida hay que llenarla de nuevos recuerdos... pero hay muchos del pasado que son tan bonitos e ilusionantes que hacen el futuro mucho más prometedor
ResponderEliminarQué historia más maravillosa.
ResponderEliminarLo que queda bien claro es que las primeras impresiones, afortunadamente, no sirven para nada.
¡disfrutad del reencuentro!
Gracias por vuestros comentarios :) Que paséis unas buenas vacaciones!
ResponderEliminarQue bonita historia y que bonitas palabras. Pero esa frase de la amistad como un sobre de fotografía me ha llegado al alma.
ResponderEliminarUn beso y disfrutar mucho de la compañía mutua
Monica me encanta como haces las fotos de chicas, donde su cabello largo es el proagonista. Y ademas esa historia tan linda de como se conocieron y llegaron a ser amigas....lindo!!!
ResponderEliminarPrecioso Mö
ResponderEliminarque bonito tener recuerdos en sobres analógicos!!!
un abrazo
Menudo tesoro has encontrado Mö!!!que maravilla de fotos y de recuerdos.....
ResponderEliminarë
precioso ...
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